La figura del perito caligráfico y cuándo es necesaria su colaboración

Con “perito calígrafo” nos referimos a un profesional especializado en pericial caligráfica. Su labor es fundamental, dado que puede cambiar el curso de una investigación en segundos. Se trata de una actividad de investigación rigurosa y exhaustiva, que tiene el objetivo de autentificar o desmentir firmas o impresiones de cualquier tipo (manuscritos, mecanografiados, impresos dubitativos e indubitables, etc.).  

Cualquier detective privado puede actuar como perito caligráfico (pues el estudio de la documentoscopía es obligatorio en nuestro país) y por tanto todos los investigadores privados pueden realizar una pericial caligráfica, aunque las agencias de detectives privados suelen contar con profesionales especializados en este área concreta.

Como veníamos diciendo, su intervención suele ser imperiosa para cientos de casos cada año en nuestro país, donde su participación puede modificar el curso de la indagación.

En las siguientes líneas, vamos a ahondar en este protagonista de diversos procesos judiciales y extrajudiciales, descubriendo cuáles son sus actuaciones más habituales, y en qué situaciones se debe recurrir a sus servicios.

 

¿Qué es y qué no es el perito caligráfico?

Si nos enfocamos en el ámbito judicial, el perito caligráfico es un detective privado que actúa como tal, y que, por tanto, en la mayoría de los casos suele especializarse en periciales caligráficas, es decir en la identificación oficial del autor de un grafismo (definición que engloba desde firmas hasta textos, pasando por documentos, etc.). 

Dicho esto, es esencial destacar que no deben confundirse las pericias caligráficas y grafológicas porque, si bien tienen elementos en común, no son la misma ciencia. 

Para que quede claro:

  • La pericia caligráfica se ocupa de establece la veracidad de la autoría de un grafismo específico. 
  • En cambio, la pericia grafológica permite averiguar rasgos de la personalidad del autor del grafismo.

Indudablemente ambas pruebas son clave para zanjar quién tiene la razón en una instancia judicial, pero si nos centramos en el perito caligráfico de una agencia de detectives privados, su tarea pasa por autentificar y/o desmentir firmas o impresiones de un documento, incluso detectando adulteraciones físicas o químicas en los escritos.

 

El perito caligráfico hoy en día

Este profesional debe guiarse siempre bajo una serie de criterios que regulan los principios de las investigaciones dentro del contexto pericial, elaborando informes detallados de las conclusiones a las que llega. Estos informes deben contar con varias características concretas, como ser lógicos, razonados y definitivos.

Los espacios donde desarrolla su actividad, pueden ser tanto el público (entendiendo éste como su participación en el terreno judicial), como privado.

Cabe destacar que estamos ante una profesión que ha ido avanzando rápidamente con el paso de los años y las tecnologías aplicables hoy a los documentos, por lo que la veracidad de las pruebas examinadas por un perito caligráfico es indudable en la gran mayoría de las investigaciones.

 

Casos de actuación más frecuentes

Entre las situaciones más habituales en las que no queda otra salida que acudir a los peritos caligráficos podemos citar algunas como las falsificaciones de firmas en documentos públicos o privados, las herencias y testamentos ológrafos, o las investigaciones sobre el paradero de personas desaparecidas. Otras investigaciones en las que se precisas la ayuda de esta figura son: los procesos de desahucios y reclamaciones de deudas (con el fin de descubrir y confirmar la veracidad de los hechos en procedimientos judiciales), o los procesos de divorcio o separación (siempre que haya dudas sobre la autenticidad de una firma).

La forma más sencilla de contactar con un perito caligráfico de reconocida profesionalidad es poniéndose en contacto con una agencia de investigadores privados, con la ventaja de que se pueden contratar a profesionales especializados en diferentes campos de forma simultánea, lo que suele desencadenar en investigaciones más rápidas y eficientes.